Un giro innovador en el clásico juego de rompecabezas deslizante. Los juegos de rompecabezas deslizantes generalmente presentan bloques que se mueven libremente que deben deslizarse para lograr una posición establecida o para liberar un bloque (Hora punta). Se puede mover cualquier bloque, siempre que haya espacio delante de él.

En cualquier momento del juego, solo se puede mover el bloque controlado. El control se puede transferir a otro bloque deslizándose hacia él. Sin embargo, el control solo puede transferirse si el bloque actualmente controlado impacta exactamente en otro bloque.

Tener un solo bloque controlable a la vez, combinado con la mecánica de transferencia de control, presenta varios mecanismos interesantes que se exploran en los distintos niveles del juego. Los bloques deben coordinarse para evitar un punto muerto más adelante en el juego. Las paredes también agregan una nueva dimensión al juego al introducir implícitamente el movimiento de un solo eje y los mecanismos unidireccionales.