La familia Marigliano ha estado en la masa durante generaciones, desde que Antonio preparaba sus pizzas fritas en Vico Soprammuro en Nápoles bajo la dirección de su padre Raffaele.
La pasión por el agua y la harina ha continuado hasta hoy, combinada con el deseo de ofrecer una pizza que respete la tradición y se enriquezca con contaminaciones con materias primas de calidad.
Con esta filosofía Raffaela Marigliano y Antonio Marseglia inauguran un nuevo proyecto en el corazón de la ciudad
La pasión por el agua y la harina ha continuado hasta hoy, combinada con el deseo de ofrecer una pizza que respete la tradición y se enriquezca con contaminaciones con materias primas de calidad.
Con esta filosofía Raffaela Marigliano y Antonio Marseglia inauguran un nuevo proyecto en el corazón de la ciudad
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