Construye un imperio de propaganda definitivo y usa tu influencia para convertirte en presidente de tu país... no, el gobernante de la Tierra... o incluso mejor, ¡el señor supremo de la Galaxia!
Contrata trolls de Internet, monta tu propio estudio de televisión, agencia de publicidad o contrata cabilderos: en el mundo moderno, el dinero es influencia, y la influencia es dinero. Controlarlos directamente haciendo clic o contratar gerentes. Decora y mejora tu sede y nunca te olvides de tu propia oficina. Observa cómo crece tu poder con el tiempo y obtén acceso a las herramientas de propaganda más ofensivas.
Una máquina bien engrasada funcionará incluso cuando esté dormido, asegurándose de que su idea se presente constantemente a las masas y que la retroalimentación (no siempre voluntaria) llegue a los oídos adecuados.
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