Todos los padres piensan que su hijo es un genio (aunque se comen Cheerios viejos del suelo). Dale a tu pequeño un rompecabezas gratis, observa cómo su mente hace algo de magia y estarás seguro de que el próximo es un Premio Nobel.
Los niños de todas las edades pueden obtener beneficios al jugar con este juego de rompecabezas. Estas actividades de desarrollo cerebral ayudan a desarrollar habilidades cognitivas y de motricidad fina, fomentan el juego cooperativo y estimulan la destreza para resolver problemas. Los puzzles no solo son una manera perfecta de pasar tiempo de calidad juntos, sino que los niños se sienten orgullosos de sí mismos por completar uno. Mejor aún, son una forma interactiva de enseñar colores, letras, números, formas, animales y más.
Hay diferentes tipos de rompecabezas para diferentes edades. Los niños de un año se divierten con grandes y sencillos rompecabezas de madera donde las formas encajan fácilmente en cada recorte. A medida que crecen, pasa a configuraciones más avanzadas con piezas de diferentes tamaños y configuraciones.
Es posible que tu pequeño se lleve más piezas a la boca que en los lugares designados al principio, pero un poco de práctica ayuda mucho a mejorar la coordinación ojo-mano. Sé paciente y resiste la tentación de ayudar demasiado. Parte de la diversión es dejar que los más pequeños descubran las cosas por sí mismos. En los años de bebé y niño pequeño, se trata de experiencias táctiles y sensoriales, así como de comprender la diferenciación de tamaño y el reconocimiento de objetos.
Los niños de todas las edades pueden obtener beneficios al jugar con este juego de rompecabezas. Estas actividades de desarrollo cerebral ayudan a desarrollar habilidades cognitivas y de motricidad fina, fomentan el juego cooperativo y estimulan la destreza para resolver problemas. Los puzzles no solo son una manera perfecta de pasar tiempo de calidad juntos, sino que los niños se sienten orgullosos de sí mismos por completar uno. Mejor aún, son una forma interactiva de enseñar colores, letras, números, formas, animales y más.
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Es posible que tu pequeño se lleve más piezas a la boca que en los lugares designados al principio, pero un poco de práctica ayuda mucho a mejorar la coordinación ojo-mano. Sé paciente y resiste la tentación de ayudar demasiado. Parte de la diversión es dejar que los más pequeños descubran las cosas por sí mismos. En los años de bebé y niño pequeño, se trata de experiencias táctiles y sensoriales, así como de comprender la diferenciación de tamaño y el reconocimiento de objetos.
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